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San Antonio de Padua y San Antonio Abad

San Antonio (Otxandio)

Una notable ermita humilladero al borde del camino para proteger a los animales y a las personas más necesitadas.

San Antonio Padua y Abad (Otxandio)
  • Cronología: s. XVII (1676-1680)
  • Estilo: Barroco
  • Municipio: Otxandio
  • Barrio: San Antonio
  • Coordenadas: 43.046777, -2.654338

Asómate al interior

Índice de Ermitas

Advocación

Templo con la doble advocación a los dos Santos Antonios: el Abad y el de Padua.

San Antonio Abad (Egipto, hacia 250-hacia 356), que procedía de una acaudalada familia, distribuyó todos sus bienes entre los pobres y se dedicó a la vida ascética en el desierto. La lectura, la oración y el trabajo manual fueron sus ocupaciones principales. Su sencillez, identificada por el pueblo como una forma pura de cristianismo, hizo que tuviera gran cantidad de discípulos. Los organizó en monasterios –por lo que es considerado el padre del monacato–, pero él optó por volver a vivir en soledad. Se cuenta que fue atacado por el demonio en varias ocasiones, venciendo sus tentaciones con una severa disciplina de oración y ayuno. Su fiesta se celebra el 17 de enero, y es patrón de los animales, por las experiencias que tuvo con el demonio, que adoptaba a menudo forma de bestias, y por su intenso contacto con la naturaleza.

Por su parte, San Antonio de Padua (Lisboa 1195-Padua 1231) fue un fraile franciscano, Doctor de la Iglesia, que destacó como predicador y teólogo. Fue definido por León XIII como “el santo de todos”, porque su culto se extendió por todo el mundo. Sus sermones, su capacidad dialéctica y de oratoria debió de ser extraordinaria, y fue el santo que más rápidamente canonizó la Iglesia, tras San Pedro mártir de Verona. Su festividad se celebra el 13 de junio y es patrono de los necesitados y los pobres, pero también de las mujeres estériles, viajeros, albañiles, panaderos y papeleros, y se le invoca para encontrar objetos perdidos y para buscar esposo/a.

San Antonio Padua y Abad /Otxandio) Advocación
San Antonio Padua y Abad (Otxandio) Tradiciones

Tradiciones y Ritos

Actualmente en la ermita se celebra misa el domingo siguiente a San Antonio de Padua, el 13 de junio, tras la que el vecindario del barrio ofrece un hamaiketako.

Antiguamente se salía desde la parroquia de Otxandio en rogativa hasta la ermita y allí se bendecía agua, con la que después se rociaban las huertas buscando protegerlas contra las plagas y los gusanos. Posteriormente se celebraba una novena –un período de oración durante nueve días consecutivos–.

Al estar situada junto al camino real, era el punto de partida de los/as vecinos/as que iban hacia el santuario de Urkiola, y en ella se recogían muchas limosnas.

En honor a San Antonio de Padua se canta la canción Mirariak ugari (compuesta por Felipe Arrese Beitia, 1841-1906) con el siguiente estribillo:

Mirariak ugari

badozuz billatzen

Antoniogana joan

berari eskatzen

(Si buscas muchos milagros, acude a Antonio a implorarle)

Para los dos Antonios hay otra con esta cantinela:

Agur, agur, Antoinuak;

Agur, agur, Santu altsuak…

(Adios, adios, Antonios; adios, adios, santos altos…)

Edificio

Amplia ermita-humilladero, de una nave con cabecera recta más baja y estrecha. Se apareja en mampostería, enlucida al interior, y reforzada por sillares en las esquinas y los elementos estructurales.

La nave está dividida en tres tramos por pilastras toscanas y arcos de medio punto, que al exterior se corresponden con contrafuertes que, rematados en talud, llegan hasta la cubierta.

Se cubre con bóveda en cañón rebajado, de tabla, mientras el presbiterio, al que se accede por un medio punto, se cierra con bóveda de aristas, ésta de tabiquería.

Como corresponde a una ermita-humilladero, pensada para que los/as caminantes pudieran rezar al pasar ante ella, la fachada de los pies está abierta y el interior puede ser contemplado fácilmente. El cierre es un murete de sillería, una reja barroca y la puerta de entrada. Esta cancela se extendería también por la parte alta, en medio punto, pero hoy está casi totalmente tapiada.

Delante hay un pórtico con tejado a tres aguas que apea sobre pies derechos. Su pavimento es un encachado –empedrado de cantos rodados– en el que se dibujan motivos religiosos (Cruz y rostro de Cristo, Evangelio, gallo, etc).

Coronando la zona Sur se levanta una sencilla espadaña de un solo vano.

Es, en conjunto, un edificio robusto planteado con ambición. No en vano fue realizado por Juan de Ansola, un importante maestro cantero que dirigió las obras entre 1676 y 1680, fecha ésta que aparece escrita sobre el acceso. Aunque es muy posible que ya hubiera un templo aquí antes, porque se dice que la ermita de los Remedios, de 1612, fue la última en construirse en el pueblo.

Ajuar

Lo más llamativo es el retablo mayor. Es de una sola calle, con banco, cuerpo y ático. Se adorna con pilastras cubiertas de guirnaldas de vegetales y frutos, ménsulas avolutadas, florones y recargados roleos. Un mueble rotundamente barroco, de hacia 1700: sería construido al poco de terminarse la ermita.

El banco acoge el sagrario y a sus lados paneles que en su día tuvieron pinturas.

La casa alberga a los santos titulares, aunque un tanto mutilados: al Abad le falta su habitual cerdo, y al de Padua un niño que suele llevar sobre su brazo.

Y el ático muestra un Calvario, con una talla de Cristo que parece más antigua que el resto del retablo, quizás de principios del siglo XVII, al que flanquean San Juan y la Virgen pintados sobre tabla, de menor calidad.

Además, en el testero de la nave se sitúan dos lienzos enmarcados que funcionan a modo de retablos –incluso tienen su mesa–. Por desgracia están muy deteriorados, pero aún se aprecia en uno de ellos a San Francisco de Asís con el Ángel Custodio, y en el otro a San Gregorio y San Antolín. Tanto las pinturas como los marcos, con puntas de diamante, costillas, guirnaldas de frutos, frontón avolutado, etc, nos llevan a un momento del siglo XVII anterior a la reforma de la ermita, lo que nos hace pensar que habría otra antes de la actual de la que se reaprovecharon estos cuadros y el Cristo del retablo.

También se conserva el púlpito, con decoración de cuarterones, modesto elemento neoclásico, del siglo XIX.  Y algunos interesantes bancos de estilo muy popular.

Plaza de La Encarnación 9B
48006 Bilbao
Tel: (34) 944 320 125

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