Santa Agueda
Santa Agueda (Barakaldo)
Una santa venerada por las mujeres vizcaínas nos espera en esta ermita.
Advocación
Agueda es una santa, virgen y mártir del siglo III, nacida en Catania (Sicilia). Según se cuenta, Agueda era una joven cristiana de gran belleza, que había rechazado los favores de Quintiniano, el procónsul de Sicilia. Despechado, y aprovechando que el cristianismo era entonces perseguido por las autoridades romanas, el procónsul castigó a la joven enviándola a un prostíbulo, donde ésta milagrosamente conservó la virginidad. Aún más enfadado, Quintiniano ordenó que la torturaran cortándole los senos, y que después fuera encerrada sin que nadie curara sus heridas, para provocarle la muerte; sin embargo, durante la noche se le apareció en la celda un anciano, que resultó ser el mismo San Pedro, quien hizo que Agueda sanara milagrosamente. Finalmente, fue arrojada y revolcada sobre carbones al rojo vivo en Catania, donde murió.
Se la considera protectora de las mujeres, que acuden a ella por problemas en los pechos, complicaciones durante la lactancia y en partos difíciles. En general, se le atribuye una faceta de sanadora.
En Euskal Herria su leyenda tiene algunas particularidades: la santa, acusada de brujería durante su proceso, actúa transformada en gata, como bruja o sorgiña, en varios mitos vascos. Se suele representar a Santa Agueda con una bandeja que muestra sus pechos cortados, recordando su martirio. En la otra mano es habitual que lleve una palma, símbolo de la victoria, que representa el triunfo de los santos mártires sobre la muerte.
Tradiciones y Ritos
El 4 de febrero, víspera de la fiesta de Santa Agueda, es costumbre en muchos municipios de Bizkaia cantar a la santa al son de las makilas (bastones de madera), pidiendo su protección.
El día de Santa Agueda, 5 de febrero, se celebra en esta ermita fiesta con misa cantada y romería. Después de la misa era costumbre que las mujeres entrasen en la sacristía portando la cabeza de una imagen de la santa y diesen tres vueltas alrededor del altar de la sacristía y del de la iglesia, deteniéndose en cada uno de ellos para invocar a la santa. Esta práctica, adaptada, se realizaba también para pedir protección contra los dolores de cabeza. Antiguamente, además, la víspera repicaban las campanas desde el mediodía hasta el anochecer.
El domingo siguiente a Santa Agueda se celebra “la repetición”, con otra romería.
Santa Agueda ha sido y sigue siendo una santa muy venerada por las mujeres vascas, que a lo largo de la historia han acudido numerosas veces en peregrinación a esta ermita. Así, cuando en agosto de 1912 una terrible galerna hundió varios barcos bermeanos, las mujeres de los arrantzales (pescadores) peregrinaron hasta aquí para solicitar la protección de la santa.
Se celebran también misas el Domingo de Pascua, en Pentecostés (cincuenta días después del Domingo de Pascua) y el día de San Ignacio de Loyola, 31 de julio.
Edificio
La ermita de Santa Agueda, una de las mayores de Bizkaia, se sitúa en un alto, en las estribaciones del monte Arrolatza. Conduce a ella un empinado camino que parte desde el conocido puente del Diablo, sobre el río Cadagua, y pasa cerca de los restos de una antigua calzada.
La devoción a Santa Agueda en este barrio es muy antigua. Sabemos que la actual ermita se construyó en 1584, pero ocupó el lugar de otra anterior. El templo ha sido remodelado a lo largo de los siglos, añadiéndosele en el siglo XVIII las bóvedas, la sacristía y la espadaña. En el siglo XX, además, ha sido restaurada en 1959 y en 1996.
La ermita es una construcción de mampostería, con un pórtico en madera que cobija su acceso, en arco de medio punto. Al interior se ordena en cuatro tramos más la cabecera, más estrecha. Se cubre con una bóveda de lunetos que apoyan en pilastras, salvo la zona del altar, con bóveda de crucería. Sobre el arco triunfal del presbiterio puede leerse el primer verso del himno a la santa: Aintzaldu daigun Agate Deuna, glorifiquemos a Santa Agueda.
Las ventanas de la ermita se cierran con vidrieras elaboradas por la empresa Vidrieras de Arte. Representan a Santiago Peregrino, la Virgen de Begoña y San Ignacio de Loyola. En el muro de los pies, sobre el coro contemporáneo, un mural del siglo XX recuerda a los coros de Santa Agueda.
Ajuar
A ambos lados del presbiterio hay dos relieves de madera del siglo XVII, dedicados uno a Santiago Matamoros y el otro a Santa Ana con la Virgen y el Niño. Son romanistas, de hacia 1600.
En la sacristía se conserva una imagen de alabastro identificada popularmente como Santa Agueda. De hecho es su cabeza –desprendida del cuerpo– la que las mujeres llevan en procesión en la festividad de la santa. Pero en realidad es una escultura inglesa de hacia 1350 que representa a Santa Juliana o Santa Margarita.
También se conserva una repintada imagen tardogótica, de hacia 1515, de Santa Quiteria, protectora contra la rabia. Aparece con una túnica roja y un libro abierto en la mano derecha; a sus pies, en el lado izquierdo, una figura en postura orante con las manos juntas, y un perro, en el lado derecho, en alusión su poder sobre estos animales. Procede de la desaparecida ermita de su nombre del barrio de Zamundi, del vecino municipio de Alonsotegi.
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