San Pedro ad vincula
Zarikete – San Pedro (Zalla)
Un lugar mágico para conjurar y combatir a los malos espíritus.
Advocación
Hoy se veneran las cadenas de las que se dice fue liberado en la iglesia de San Pedro ad vincula, en Roma.


Tradiciones y Ritos
La tradición popular le considera intercesor contra los malos espíritus, el mal de ojo (begizko en euskera), embrujos, posesiones y enfermedades en general. A esta ermita se traía también a los niños, para librarles de los malos espíritus, y había ceremonias específicas para ello. Una consistía en dar vueltas alrededor de la ermita, entrando por una puerta y saliendo por la otra, y arrojando sal, que ayudaba a espantar los espíritus. El año 1963 escribía José María Martín de Retana: «Muchos de los supersticiosos que todavía acuden a San Pedro para curarse del mal de ojo que padecen ellos, sus familiares o incluso sus animales, van por un camino y regresan por otro con objeto de que los malos espíritus no penetren de nuevo en ellos.
Algunos van sembrando de sal, veneno activísimo contra las brujas, la carretera.» Esta ermita ha sido también célebre por los conjuros que en ella se hacían para expulsar los demonios de los cuerpos que los acogían, que casi siempre eran de mujer.
Hoy en día los padres siguen llevando a los niños al santo para que aprendan a hablar y para recibir la bendición de San Pedro.
Edificio
La ermita es de planta rectangular con cubierta a doble vertiente y aparejada en mampostería. A los pies del templo se abre un acceso en arco ligeramente apuntado, sobre el que se levanta la espadaña. En la fachada sur hay
otra entrada de arco rebajado.
Al interior llama la atención la cubierta del templo, de madera vista, con cerchas sobre altos pies derechos del mismo material. En algunas zonas los muros se cubren con
pinturas que imitan sillares, en un intento de disimular la irregularidad de su construcción. A los pies, hay un coro de madera.
Junto a la ermita se encuentra la casa del sacristán, una
fuente y un
roble, retoño de árbol de Gernika, plantado en 1912.
Ajuar
En el retablo del lado de la epístola, también barroco de la segunda mitad del XVII, un San Antonio de Padua sostiene a un Niño Jesús que, inusualmente, está de pie sobre el libro que simboliza la sabiduría del santo.
Algo más antiguo, de la primera mitad del XVII, es el retablo del lado del Evangelio. En él vemos una pintura sobre tabla que representa la flagelación de Cristo, y, sobre ella, una imagen de
San Nicolás, procedente del templo del cercano barrio de Otxaran (Zalla).

Plaza de La Encarnación 9B
48006 Bilbao
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