San Jacinto de Cracovia
Atxondoa (Markina-Xemein)
Tras los muros ciegos de esta antigua ermita caminera se oculta una bella cubierta de madera policromada.
Advocación
En ésta época sitúa la tradición su más famoso milagro. Sitiada la ciudad de Kiev (Ucrania) por los mongoles, San Jacinto trató de salvar la custodia de su convento. Pero la imagen pétrea de la Virgen le pidió que no la dejara abandonada. Decidió entonces sacar también la pesada estatua, que se hizo milagrosamente ligera. Otra versión dice que el santo avanzó al encuentro de los enemigos con un copón en una mano y la figura de la Virgen en la otra, cruzando el Dniéper caminando sobre las aguas. Es por esto que San Jacinto suele ser representado con estos dos objetos –custodia o copón y escultura de la Virgen–, aunque en la ermita de Markina aparece simplemente arrodillado.
Canonizado en 1594, se celebra su fiesta el 17 de agosto. En 1686 fue nombrado patrono de Polonia. Es invocado por aquellos en peligro de ahogarse y por las parturientas.
Tradiciones y Ritos
Con los años, otras costumbres se han ido perdiendo, como ir en procesión a la ermita en tiempo de sequía para rogar que llueva, o tañer las campanas con el toque a muerto y rezar el rosario por el alma de los vecinos del barrio fallecidos. Tampoco acuden ya a pedir descendencia las mujeres que no logran tener hijos, o las que desean que los ya nacidos crezcan sanos.
Edificio
Es un edificio de mampostería reforzada con sillares en esquinas y vanos, con puerta en arco de medio punto a los pies del templo y sólo una ventana abierta en el lado sur. En su interior destaca el bello techo de armadura de madera, con 23 arcos rectilíneos unidos por tiras de madera –cintas– decoradas con almenas escalonadas pintadas. Es un hermoso trabajo de carpintería de estilo clasicista, que se inspira en el techo del cercano santuario de Arrate en Eibar (Gipuzkoa), de finales del siglo XVI. Este tipo de cubiertas de madera son habituales en las ermitas del País Vasco, y pretendían ser una alternativa más económica a las costosas bóvedas de piedra. Tras el altar, el muro está pintado imitando mármoles con un friso en lo alto, para dar una apariencia lujosa a la construcción.
Ajuar
En el muro de la derecha, o del evangelio, hay dos cuadros: uno que representa a Cristo muerto sostenido por un ángel, y otro a Santa Teresa de Jesús, éste tal vez del siglo XVII.
Junto al muro de la izquierda, o de la epístola, hay un pequeño púlpito de madera sustentado por una columnilla, también del siglo XVII.
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