Asunción de Nuestra Señora y San Antonio de Padua

La Herrera (Zalla)

Una bella capilla funeraria en el entorno noble de los Urrutia.

Asunción de Nuestra Señora y San Antonio de Padua (Zalla)
  • Cronología: s. XVII (hacia 1673)
  • Estilo: Barroco
  • Municipio: Zalla
  • Barrio: La Herrera
  • Coordenadas: 43.205872,-3.172598

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Índice de Ermitas

Advocación

En las ermitas de fundación particular era muy frecuente que se escogiera como advocación un personaje cercano a Jesús, alguien que pudiera actuar como intercesor en el momento del Juicio Final. Los más apreciados en este sentido fueron siempre los integrantes de su familia, y sobre todos ellos la Virgen, en sus múltiples variantes. Éste es el caso de la ermita de La Mella, dedicada a la Asunción de Nuestra Señora, que rememora el momento en que, según la tradición cristiana, la Virgen María fue subida al cielo en cuerpo y alma.

Para la otra advocación el fundador, Antonio de Urrutia, escogió a su tocayo San Antonio de Padua. Fue éste un fraile, predicador y teólogo del siglo XIII. Nacido en una familia de aristócratas portugueses, se ordenó monje agustino en Coimbra y, después, fraile franciscano. Conoció en persona a San Francisco de Asís, quien se fijó en él por su talento como predicador y le encargó enseñar teología a los frailes. Por orden del mismo San Francisco, se dedicó a luchar en Francia contra la propagación de la herejía cátara. A lo largo de su vida, fue conocido por sus sermones, denunciando los males de la sociedad de su tiempo, especialmente la avaricia y la usura. Murió en Padua en 1231, a la edad de 35 años, y fue proclamado santo al año siguiente.

Se suele representar a este santo como un hombre joven, vestido de franciscano (hábito marrón atado con un cinturón de cuerda de tres nudos –que simbolizan los votos de pobreza, obediencia y castidad– y calzando sandalias), y la cabeza tonsurada, es decir, afeitada en la coronilla. Es muy habitual que sostenga al Niño Jesús en brazos, en alusión a uno de los milagros que se le atribuyen: durante un viaje a Francia la Virgen le visitó en su habitación y le entregó al Niño para que lo sostuviera en brazos. Normalmente, lleva también un lirio, en alusión a su pureza y como símbolo de consagración y amor virginal. Además, en numerosos cuadros y esculturas, San Antonio aparece dando pan a los pobres, ya que se decía que, siguiendo las enseñanzas de San Francisco de Asís, llegaba a vaciar la despensa de los franciscanos para repartir la comida entre quienes la necesitaban.

Asunción de Nuestra Señora y San Antonio de Padua (Zalla)

Tradiciones y Ritos

El día de San Antonio de Padua, 13 de junio, se realizaba una misa y una romería.

Edificio

Es uno de los escasísimos ejemplos de capilla funeraria privada de Bizkaia. Se levanta en una hondonada junto al río Cadagua, a la que alude el nombre del lugar: La Mella, derivado de maila, en euskera “hondonada entre montes”.

Los Urrutia se asentaron aquí a mediados del siglo XVI, fundando un mayorazgo que integraban palacio, ermita, tres ferrerías, molino y otros bienes. La ermita, la capilla sepulcral del linaje, fue mandada construir hacia 1673 por Antonio de Urrutia y Salazar y Jerónima de Achuriaga y Murga-Loyzaga, séptimos señores de la Casa de Urrutia. La capellanía desapareció en 1889, con la muerte del mayorazgo Simón de Urrutia y Yermo.
Es una construcción de planta cuadrangular aparejada en mampostería, con sillería en la fachada principal. Su nave se cierra con bóveda a la manera gótica, con claves decoradas.

En la fachada principal, un arco medio punto con verja de hierro forjado. Gracias a este portalón, los Urrutia podían escuchar misa desde el balcón de su palacio, frente a la ermita. Encima se encuentra su escudo, sustentado por dos leones. Remata en espadaña, con talla en piedra de la Asunción para la que, según la tradición, sirvió de modelo doña Jerónima.

Conserva tres losas sepulcrales y el cenotafio en el que estuvo la escultura del fundador. Es un nicho enmarcado por pilastras y rematado por frontón triangular roto y el escudo de los Urrutia. En su base, la inscripción “DON ANTONIO DE VRVTIA SALAÇAR CABALLERO DE LA ORDEN DE SANTIAGO”.

Ajuar

El retablo barroco, de tres calles y dos registros, que coronaba el altar y que albergaba seis imágenes, la central de San Antonio, fue desmantelado, y, en la actualidad, se desconoce su paradero.

Lo más destacado de la ermita es el monumento funerario de don Antonio de Urrutia, que en la actualidad se conserva en el Museo de las Encartaciones. El fundador de la ermita aparece en actitud de persona “viva”, realizando una actividad cotidiana en su vida: rezar. Es una escultura labrada en piedra arenisca que representa al caballero en actitud orante, con las rodillas sobre un cojín, y con las manos juntas. Originalmente dirigía su mirada a un crucifijo, que forma parte de la estructura del sepulcro y permanece en la ermita. La representación del personaje es de gran detalle: el pelo largo en bucles por la espalda, el poblado bigote… Aparece vestido a la manera del siglo XVII. La vestimenta, como los elementos que le acompañan, son de gran realismo. Delante de él hay un reclinatorio donde ha apoyado los guantes y el sombrero.

Plaza de La Encarnación 9B
48006 Bilbao
Tel: (34) 944 320 125

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